martes, 18 de junio de 2013

El Coro Infantil IPC en la Inauguración


Metáforas EnREDadas







Exposición Metáforas EnREDadas

Metáforas EnREDadas

Entender hoy en día un suceso como Exposiciones EnREDadas, parte del hecho complejo de la cotidianidad del siglo XXI, casi imposible sin el apoyo de las REDES que compartimos en el intrincado mundo del internet. Contextualiza muchas realidades posibles, de manera simultánea o no, 24 ciudades poniendo de manifiesto a través del hecho artístico organizado en salas de exposiciones y dejando en evidencia nuevamente que la sensibilidad humana tiene códigos universales. Hoy Metáforas EnREDadas, nos reúne en presencia física y virtual con artistas locales (estudiantes y profesores del IPC) y artistas internacionales implicados de alguna forma con la Educación Artística, en las respectivas ciudades que habitan. Nuestro EnREDo, expresado en el paso entre lo íntimo y lo colectivo o público, en el transitar de la cotidianidad. A los que estamos en Caracas, nos une una ciudad compleja en su acontecer diario, vertiginosa en sus riesgos, pero encantadora por su imponente guardián natural, el gran cerro El Ávila, con un valle que nos hace sentir en una fresca y ruda realidad; paradójica en su esencia, que invita a quererla y a odiarla a la vez. Como lo dijo Rafael Cadenas en sus Reflexiones sobre la Ciudad moderna (1983), “Pero la ciudad está en nosotros. La condenamos y seguimos aquí. Porque somos hombres de ciudad, lo que debía movernos a valorarla en toda su magnitud. O darle el lugar que le corresponde entre las urgencias humanas”.
 A partir de la  cotidianidad se desarrollan propuestas de intervención entre la realidad concreta a través del arte. Los actores: estudiantes, profesores, artistas y la escena cotidiana comparten coordenadas con las cuales establecen diálogos con el espacio público, enfrentando la (des)vinculación que viven entre lo que les rodea y su conciencia del entorno, en lo que en el lenguaje antropológico han llamado una especie de “autismo urbano”. Luego de observar la realidad y vivir la experiencia del reflexionar “in situ” al respecto, emprenden el trabajo de intervención artística. 
 En fin,  con respecto a la ciudad que nos inspira y para hacer honor al pensamiento de Don Mario Briceño Iragorry, “Ni los fuertes muros y empinadas torres hacen las ciudades; estas tienen su fuerza máxima en el espíritu y en las raíces que les forjó el tiempo y en el recuerdo de sus hechos y hombres singulares”.

                                    María Candelaria Ferreira, 2013